miércoles, 15 de abril de 2015

Ser músico en Uruguay

Te invito a leer mis reflexiones...
Noté hace unos meses, a la vuelta de viajar/cantar por el vecino Brasil, que el artista se valora de forma muy diferente en un país y otro. Y yendo un poco más hondo en la temática...
Desde mi experiencia personal, en Uruguay hay una cantidad significativa de músicos y/o aspirantes a la música. Sin embargo, el valor o “crédito” que culturalmente se le da a aquel que quiere perseguir la música como forma de sustento no sería proporcional a lo anterior. ¿Por qué?
El imaginario colectivo, ese espacio de representaciones compartidas, encasillaría a aquellos que son o quieren ser "sólo" músicos como:
  • vagos.
  • utópicos.
  • personas sin ambiciones reales.
  • personas poco comprometidas: “Todo lo dejan por la mitad”.
  • masoquistas: “¡Lo que tendrías que luchar!”
  • personas que viven en la irrealidad: “Es un capricho, un hobby que no da de comer”... etc.
¿Suena familiar?

Últimas noticias: aparentemente personas con este tipo de características se podrían encontrar en todos los ámbitos, y ningún ámbito tendría exclusividad sobre las mismas. ¡Quién lo diría eh!

Fuera de joda. No niego que existan iniciativas y personas que pretendan dar más lugar a la cultura y a extender oportunidades (que lamentablemente no siempre logran cubrir mucho terreno), pero éstas no serían suficientes. Porque habría concepciones muy arraigadas que se estarían poniendo en el camino. Y no hay que irse tan lejos para ver que se puede tomar otra perspectiva en el asunto. Cuando se cruza la “frontera”, las demostraciones de respeto y apreciación por el esfuerzo que el músico dedica en su expresión serían moneda corriente, algo que no se cuestiona. Se toma al artista como un capital humano valiosísimo, y por ésta razón se le dan las oportunidades y votos de confianza necesarios para que pueda desarrollar su potencial al máximo. Sin embargo, este trato asombra al que viene de otra realidad.

Entonces me han surgido algunas preguntas:
- ¿Qué desarrollo expresivo de calidad y corazón se puede pretender cuando éste se encontraría limitado en oportunidades, o encasillado en estereotipos?
- Si la idea es lineal: “un músico=un vago”, ¿no será eso lo que se termina creyendo/creando?
- Con tantos aspirantes musicales en Uruguay, pero no tantas palabras de aliento... ¿No estaremos desperdiciando una riqueza artística que parece florecer tan naturalmente (a pesar de un suelo a veces árido), pero que no encuentra abono en su propia tierra?

Y esto me trae al siguiente punto, que fue la idea inicial que me llevó a escribir esto. A todos aquellos músicos o artistas de toda índole (uruguayos o no) que:
- se disponen a dedicar toda su energía, esfuerzo, preparación, formación profesional-técnica y creatividad para sacar adelante sus proyectos y compartir su pasión;
- tienen el coraje de largarse aunque no existan certezas
...a pesar de no siempre navegar viento en popa o con las mejores condiciones para salir adelante (la del palito en la rueda o la de la lucha perpetua)
A ustedes, MUCHO RESPETO.

Éstos deberían ser admirados y tomados como ejemplo de determinación, paciencia y perseverancia, que parecerían ser también cualidades útiles para la vida. Y si la idea a transmitir y desarrollar pudiera ser “un artista=un ejemplo a seguir”, ¿qué tipos de expresiones podrían emerger de allí? Más aún, ¿encontraría límites el desarrollo creativo personal y colectivo? Quizás no tantos.

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